Diferencias entre el autoconsumo colectivo y el autoconsumo individual
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Publicado: 18 agosto, 2023

Diferencias entre el autoconsumo colectivo y el autoconsumo individual

Diferencias entre el autoconsumo colectivo y el autoconsumo individual

El autoconsumo energético a partir de la instalación de placas solares fotovoltaicas es una solución cada vez más extendida. Con este sistema se pretende reducir la factura de la luz o bien desconectarse completamente de la red eléctrica nacional. La independencia de los productores y consumidores de energía está cada vez más cerca y cada día es más asequible económicamente. 

En líneas generales, existen dos maneras de contratar un servicio de autoconsumo que genere energía renovable en un edificio, casa, local comercial o empresa; el individual y el colectivo. La diferencia entre ambas opciones se localiza en la cantidad de usuarios y también en la ubicación geográfica.

Explicamos brevemente qué es cada uno y qué los diferencia.

Autoconsumo individual

Como cabe suponer, bajo este concepto se entiende la modalidad de instalación solar fotovoltaica dirigida a una producción de energía renovable utilizada exclusivamente para uso y consumo individual. Es la fórmula ideal para aquellos que no requieren de un consumo energético elevado o bien están geográficamente aislados, sin la posibilidad de contar con otras edificaciones para llevar a cabo uno colectivo. 

Para producir energía de este modo se hace necesario poseer un tejado propio o un terreno lo bastante extenso como para que pueda colocarse el suficiente número de placas solares.

Conlleva, asimismo, una inversión inicial para llevar a cabo la instalación y un mantenimiento posterior, gestionando la puesta en marcha de esta y llevando a cabo la gestión con la comercializadora para que sea conocedora de la condición de autoconsumidor.

De este modo, se podrá incidir en una reducción en la facturación mensual, si la decisión es la de verter los excedentes a la red. En cualquier caso, todo este trabajo e inversión deberá llevarse a cabo en solitario.

El autoconsumo colectivo

Como también es fácil de entender, esta otra formulación hace referencia al proceso que permite producir energía limpia y renovable para el disfrute de un grupo o comunidad de usuarios. Su principal característica es la instalación de sistemas de generación de energía solar fotovoltaica en una localización compartida por un número específico de usuarios, como puede ser un solar dentro de una urbanización, el tejado de un edificio de viviendas, una urbanización e incluso un terreno para dar cobertura a una ciudad.

Al contrario de la anterior opción, las instalaciones para el autoconsumo colectivo son ideales para consumidores con consumos energéticos elevados y con ubicaciones geográficas vecinas. 

Para llevar a cabo este tipo de instalaciones, se deberá cumplir de forma obligatoria con al menos uno de los tres siguientes criterios;

  • estar conectados al mismo centro de transformación y estar en Baja Tensión
  • estar en el radio de 500 metros de la instalación fotovoltaica
  • tener la misma referencia catastral.

Similitudes y diferencias entre ambas opciones

Con cualquiera de estas dos modalidades de autoconsumo, el o los usuarios recibirán numerosas ventajas, como es el evidente descenso en las cantidades que van a reflejar las facturas de la luz cada mes. Así mismo, como todo consumidor de energías limpias y renovables, estará jugando un papel crucial en la reducción de la huella de carbono, la limpieza del medio ambiente y estará colaborando activamente en la lucha contra el cambio climático.

Todo aquel que participe de esta revolución energética, ya sea en su formato individual o colectivo, estará contribuyendo positivamente en la descarbonización de la economía y en la transición energética hacia un mundo más verde. 

Si bien es cierto que las dos tienen gran validez en este sentido, es en el autoconsumo colectivo donde se aprecia una considerable ventaja, ya que los vecinos y vecinas, consumidores que se pongan de acuerdo en llevar a cabo este tipo de instalación, compartirán los gastos de la instalación, así como del mantenimiento y de la operación bancaria. Esto implicará una reducción en los costes y se obtendrá un mayor ahorro energético. 

Es resumen, estas son las diferencias más notables entre una opción de autoconsumo y otra.

  1. La energía que se genera

Como ya se ha comentado, en el autoconsumo individual lo que genera el propietario de la instalación es lo que consume, a no ser que se tengan baterías para acumular, que aumentaría notablemente el precio de la instalación). En la alternativa colectiva, como la energía se reparte entre varios consumidores, se favorece la división según las necesidades de cada cual, lo que permite una mayor eficiencia. 

  1. La inversión 

Cuando se trata de una instalación individual todo el coste de la instalación recae en una sola persona, siendo, en ocasiones, una carga demasiado elevada. Sin embargo, en los casos de autoconsumo colectivo, la inversión se repartirá entre todos los beneficiarios, disminuyendo de manera notable el desembolso. Es posible incluso que salga gratis si se pertenece a una comunidad solar sin inversión. 

  1. El tejado

El autoconsumo individual obliga a utilizar el propio inmueble o terrenos en propiedad para instalar la infraestructura necesaria. Sin embargo, en las comunitarias se podrá utilizar el tejado disponible, aunque no sea de su propiedad, sino del vecino, o se puede alquilar un terreno que sirva para este objetivo. 

  1. El reparto energético

Otra de las diferencias entre un modelo y otro de autoconsumo se refiere a la distribución de la energía producida. En el caso de autoconsumo individual, la energía se conecta a la red interior del propietario de la vivienda, mientras que en las comunidades y edificios con instalaciones compartidas se llevará a cabo de manera virtual, es decir, con un contador de generación. 

  1. Las condiciones 

Por último, hay que señalar las claras diferencias en cuanto a las condiciones de instalación que se deben contemplar en cada modalidad. 

Para el autoconsumo individual, se deberá tener tejado propio con una buena orientación y sin obstáculos, dinero para invertir en una instalación fotovoltaica, que se recuperará en unos años, así como vivir en una zona con una buena irradiación solar. En cualquier caso, para notar el ahorro es necesario que se posea un gran consumo por las mañanas o se pueda adaptar a las horas de máxima luz solar, con enchufes inteligentes o electrodomésticos programados, por ejemplo.

Para el autoconsumo colectivo no se dispondrá de un tejado propio, o bien se dispone de él, pero no se quiere o no se puede hacer una inversión.

Así mismo, se quiere ahorrar en la factura de la luz consumiendo energía solar y se tiene una comunidad solar cerca a la que es posible unirse, o se vive en una comunidad de vecinos con una mayoría predispuesta a llevar a cabo la inversión necesaria para tener una instalación de autoconsumo colectivo.

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